Las corridas de toros: un emblema de la cultura española
Este animal es autóctono de la Península Ibérica y protagoniza no solo corridas, sino también otras fiestas populares como encierros y recortes. Sin embargo, desde hace unos años, los movimientos por los derechos de los animales han introducido la polémica en el mundo taurino.
Los orígenes de las corridas de toros
Aunque las corridas de toros sean un espectáculo español, su origen se remonta a los juegos romanos. Se cree que Julio César introdujo en los juegos circenses la lucha entre el toro y el matador armado con espada y escudo, además de la "corrida" de un toro a quien el caballero desmontando derribaba sujetándolo por los cuernos. Otra figura de aquella época fue el llamado Karpóforo, que obligaba al toro a embestir utilizando un pañuelo rojo. El sacrificio de toros también se incluía entre los ritos y costumbres que los romanos introdujeron en Hispania.
En Creta hay constancia de la celebración de juegos en la plaza de Cnossos, en cuyo palacio, conocido como el Laberinto, pueden verse frescos que muestran a hombres y mujeres en escenas de tauromaquia.
Los festejos taurinos
Hoy en día, se conservan distintas actividades con el toro como protagonista. Sin duda, las más conocidas son las corridas de toros, aunque en las fiestas populares españolas abundan también los encierros y los recortes, entre otros eventos.
El ritual es el siguiente: Cada corrida cuenta con tres toreros que se encargan de dos toros cada uno. Con cada toro se celebran tres tercios, separados entre sí por el toque de clarines. Durante el primer tercio, el torero utiliza el capote, que es una gran capa con un lado rosa y otro amarillo. A continuación, los picadores montados a caballo lancean al toro.
En el segundo tercio, tres banderilleros le clavan un par de banderillas al toro. Al concluir esta parte, llega el tercio final. En la denominada "suerte suprema", el torero usa la muleta, que es una pequeña tela roja colgada de un palo. En la última parte de la corrida, el torero debe mostrar dominio sobre el toro, establecer una simbiosis entre ambos y matarlo utilizando la espada.
Otro de los festejos taurinos más populares son los encierros. Consisten en correr delante de un grupo de toros o vaquillas, que van dirigidos por cabestros. Los corredores intentan mantenerse lo más cerca posible de la manada, pero sin llegar a tocarlos. Uno de los encierros más conocidos es el de San Fermín, que se celebra en Pamplona a mediados de julio.
Los concursos de recortes se caracterizan por enfrentar a sus participantes con varios toros. Por turnos, realizan toda clase de saltos y quiebros sobre el animal. Su objetivo es engañarlo en el en el último momento y arriesgar al máximo para ganar la competición.
Legislación
La mayor concienciación con el sufrimiento del toro y el progresivo avance en la lucha por los derechos de los animales han hecho mella en la tradición taurina. Este cambio de mentalidad ciudadana ha ido poco a poco introduciéndose también en la legislación. Hoy en día, estos festejos están regulados de manera diferente en cada comunidad autónoma.